EL DIABLO COJO
Ignacio Gironés Guillem
Artículo publicado en la revista Almaig, 2014
Voy a contaros la historia de un morisquillo que después de sobrevivir a la
expulsión de su familia, padres, tíos y hermanos (2 menores) se vio implicado
en un proceso inquisitorial por culpa de un "demonio cojo"...
Se trata del proceso inquisitorial, en 1620, contra el
morisquillo Juan de Bolbait al que se le encuentra un papel, a modo de un
amuleto, escrito en árabe, en el que aparece el término "uaquilisi
alarag" (الاراج أواكويليسي), cuyo significado, en castellano es "el diablo cojo". Dicho
papelito se lo entregó su madre el día de la separación.
Los hechos se producen a finales del
mes de diciembre de 1619 y la primera fecha que conocemos del proceso data del
16 de enero de 1620. La transcripción del texto de dicho proceso esta sacada
de la documentación anexa inserta en la tesis doctoral del doctor Francois Martínez[1].
A nuestro morisquillo, a la hora de designarle un nombre, para
identificarle, nos encontramos con el dilema de que, a lo largo de la
transcripción de su proceso, donde aparece mencionado ciento dos veces, se le
denomina con varios nombres y apellidos[2], de sonidos y grafías aproximados, de entre los que
hemos elegido el de Juan Bolbait, por ser de los más repetidos.
Su historia empieza a complicarse, a la edad de 22 años[3] - si no lo había estado ya antes, con ser morisco, hijo
de expulsos y tratado como esclavo - a partir del hallazgo, fortuito, del papelito
- como se define en el texto - que conservaba, con gran reserva, dentro de un
zurrón[4] que le entregó su madre el día de la expulsión (según
cuenta él mismo, fue separado de sus padres y dos hermanos menores) y que, en
un descuido lo dejó junto a la cabecera de su cama en la casa de su amo, Luys
Arcayna, que, para más desgracia, era familiar del Santo Oficio en la ciudad de
Alcoy. En dicho zurrón fue descubierto, por causalidad, envuelto en otro papel
en blanco, junto con unos granos de almizcle aromático. Era parte del ajuar que
su madre le dejó junto con tres anillos y otros utensilios que dilapidó
rápidamente, aunque esto lo reservó, sin un motivo que satisficiera a la
inquisición y que provocó su recelo.
Cuando sucedieron los acontecimientos se encontraban en casa del dicho Luys
otros personajes de la Inquisición[5] y esto pudo provocar que ni su mismo dueño pudiera
disimular el hallazgo, sino que fue, inmediatamente entregado a estos altos
señores que sospecharon lo peor dado que el albaranico - como llaman en varias ocasiones a este tipo de papelitos en el proceso - aparece escrito en árabe[6] y ellos no lo entienden, de modo que se preocupan, rápidamente de
buscar un interprete que lo traduzca.
El uso de las jaculatorias y su transmisión en forma de pequeños papeles
sigue siendo habitual en aquellas culturas que tenían esta tradición:
(Jaculatoria habitual entre los musulmanes) “Haznos morir como musulmanes, e ingrésanos en Tu paraíso”.
Y en este sentido nos podemos hacer una idea de como hubiera sido la que
ahora estamos tratando:
(Simulación del texto del “boleto, albaranico o nómina diabólica”)
Mientras se está descubriendo el papel entre las pertenencias del
morisquillo, ahora ya mayor, parece que las relaciones entre amo y criado se
han deteriorado puesto que Juan anda fuera de la casa desde hace un par de
meses, por haber sido expulsado, por la causa que en el texto argumenta
diciendo: “por incomodar la casa
influyendo sobre unas morisquillas que vivían en ella”[7].
Sostenemos también nosotros la posibilidad de que Juan Bolbait hubiera ya
llegado a la edad límite en la que pudiera ser manumitido, ya que resulta
extraño que llevara tanto tiempo - dos meses - fuera de la casa. Tal vez este
sea un caso de aquellos que las autoridades habían previsto cuando se trato el
tema de la adopción de los niños moriscos: los tutores de los morisquillos
podrían usar de sus servicios a cambio de la manutención hasta una determinada
edad en la que alcanzarían la libertad.[8]
Durante este tiempo se refugia en los valles que le vieron nacer, pues,
aunque es identificado como uno de los moriscos rebelados y sometidos de Laguar
- a pesar de contar entonces con solo doce años - el había nacido en la Vall de
Seta, en el pueblo de Balones[9]. Allí se ocupa de la tarea de guardar ovejas, junto con
otros vecinos[10]. Un testigo lo confirma declarando que “supe
que había más de 2 meses que no estaba en dicha villa en la casa de su amo y
que al presente estaba en la vall de Seta en aquella sierra en compañía de unos
moriscos que guardan ganado”.
Por su parte, cuando el interprete, Jaime Prats, consigue descifrar el
“papelito”, dice que su contenido es el siguiente: “aluasa, aluasa, çagell, çagell,
masagin, masagin, tauage, tauage, uaquilisi alarag, será guardado y defendido
en todo y por todo”,
advirtiendo que todos estos nombres son de demonios y en particular el dicho
nombre de uaquilisi alarag a quien invoca quiere decir diablo cojo. Su
traducción podría interpretarse como: “guarda
y defensa probada que pusiéndola encima del hombro o llevándola consigo y
escribiendo estas cuatro palabras será guardado y defendido en todo con estos cuatro significados”.
Descubierto, pues, el significado del papel se toma la resolución de que
sea preso: “Que el sobredicho reo sea preso y traído a las
cárceles secretas por la cual sea gravemente castigado y a otros sirva de
ejemplo y escarmiento”.
Con tal
fin dicta el tribunal: “Mandamos a vos Don Benito Sanguino, Alguazil deste Santo Oficio, vais a la villa de Alcoy y a otras cualesquier partes y lugares que
fuere necesario, y prendáis el
cuerpo de Joan Borbay, donde quiera
que lo hallaredes, aunque sea
en Iglesia, monasterio, o otro lugar sagrado, fuerte, o privilegiado: y
ansi, preso, y a buen recado le trae a
las cárceles deste Santo Oficio, y le
entregad al Alcaide d'ellas y lo
tenga preso en él, y no lo de
suelto, ni en fiado, y le secrestad todos sus bienes muebles y raíces, donde quiera
que los tuviere. Y si en el dicho secresto hubiere dineros,
traptéis con ellos para el gasto y alimentos del susodicho Joan Borbay, morisco, 8 ducados: y si no
los oviere, vended de los Bienes menos perjudiciales, hasta en la dicha
cantidad, en almoneda pública, entregada a Nicolás Claver, despensero de los presos deste Santo Oficio, para que de
allí lo alimente. Y ansi mesmo traeréis del dicho secreto una cama de ropa, en
que el dicho Joan Borbait,
morisco, duerma: y los vestidos y
ropa blanca que aviare menester para
su persona”.
En realidad, para esta misión se encomendó a
Vicente Alçamora, comisario del Santo Oficio, de la ciudad de Xàtiva, que dijo:
“Luego que recibí una carta de Vicente
Oñate de Castellón de Játiva y junto con ella venia un mandamiento del
tribunal, y en dicha carta de Oñate me dice que este morisco que se había de
prender si estaba en la villa de Alcoy”.
Vicente Alçamora aprovecha la información que le
proporciona un labrador, llamado Matías Aznar, “el cual aseguró que en una ocasión el dicho morisco estuvo en su casa
mucho tiempo, guardándole ganado y le dijo que se hallaría en un lugar que se
llama Tollos, ya que allí se retiraba el ganado por la noche, pero que habría dificultades en prenderle
porque le había dicho el morisco que le había amenazado Arcayna, su amo, que le
había de hacer prender por el Santo Oficio por un papel que le halló en lengua
morisca y más dijo que si iban con trazas viniendo él en su compañía (de
Vicente Alçamora) podría ser que aun se
fiase del dicho Aznar. Y por ser
conocido mucho de su casa dijo que de buena gana le acompañaría y así de allí a
una hora partieron para dicha Vall y llegaron, a la que el sol se quería
poner, a un lugar que se dice Benimasot, a un cuarto de legua de donde estaba
el otro lugar, donde estos moros tenían el ganado, y antes de cerrar la noche
le hallaron y así como los vio se retiró y “como es grande corredor y muy
ligero no le alcalizara ningún hombre”.
Área de los valles de la Marina donde están
situados Balones, Tollos y Benimassot
Aznar le gritó que se aguardase, que le quería
hablar ciertas cosas que le había dicho su amo y, conociéndole le aguardó, y
fui a donde estaban y prendile y le llevaron (Aznar y Alçamora) hasta el corral de ganado donde tenia allí dos
hombres que llevaba este último en su compañía”.
Cuenta Alçamora: “Y cuando estuvimos en dicho corral, el cual es muy alto de pared, dio
un brinco y se soltó de Aznar y dio a huir pensando saltar la pared y no pudo,
por ser alta y le volvimos a prender y allí mismo le hice poner unos grillos y
aquella noche la pasamos en “centinela” hasta que quiso amanecer y me partí por
aquella sierra hasta llegar a Planes y aquella misma noche que fue sábado y
llegue con dicho preso a esta ciudad de Játiva y hoy Domingo entregado dicho
preso a familiares desta ciudad para que le lleven conforme a la orden que hay,
que luego pase con toda seguridad y brevedad la persona de Juan Borbart,
morisco, a las cárceles del Santo Oficio, sin detenerse en Játiva”.
Palacio de la Inquisición de Valencia en el plano de Vicente Tomás
Tosca en 1703
Después de puestos en situación de como se están desarrollando los
acontecimientos, entramos ya, de lleno, en el contenido del proceso, el cual se
desarrolla a través de un protocolo en el que primero se toma declaración a los
testigos. Luego se oye al reo y tras las conclusiones del fiscal se llega al
veredicto.
Como testigos se convocaron al propio Luis Arcayna, al que, junto a “las demás personas, se les preguntara si saben o han oído
decir que se haya hallado un papel de
cuartilla de letras arábigas entre la ropa y declararán la persona que cometió dicho delito, y donde y cuando, y delante de qué persona”.
Luys, como primer implicado, testificó que “entrando, en el mes de diciembre, en el
aposento a donde dormía Joan Borbay, su criado, vio que debajo de la cabecera
de la cama había un pedazo de cuero como de bolsa a donde halló media hoja de
papel… y hallándose en dicha villa de
Alcoy, en su casa, el secretario del santo Oficio, Jaime Antonio Calafat, y el
comisario, mosén Juan Primas, les entregó dicho papel por no haber persona que
supiese leer lo que el
dicho papel contenía”.
Pero el asunto que se esta tratando aquí, ahora, parece
que había tomado mayores dimensiones, precisamente, porque al Santo Tribunal había llegado la noticia de que
habiendo muerto un morisco en la Marina, el cual guardaba ganado ... habían
hallado, dentro del zurrón de dicho morisco, una “bolsica de cuero” dentro de la cual había un papel con letras
arábigas…
Así lo confirma el segundo testigo, mosén Pedro Antonio Pellicer -
presbítero de Alcoy de 28 años - que interrogado “dijo que lo que sabe y puede decir es que en estos días un criado suyo,
pastor, le dijo que habían hallado un moro muerto en el Alfoz de Polop y que
reconocieron la ropa y hallaron un papel escrito con letras arábigas el cual
papel lo ha tenido en su poder” - papel que remite al santo tribunal.
Un tercer testigo, Vicente Sempere, añadió otro
matiz a su causa que era el de moro recalcitrante, “ya que, desde el día que esta preso el esclavo de Luis Arcayna,
le ha dicho Juan Luis Margarit, de la dicha villa, que este había reprendido a
un morisco amenazándole diciendo: ¿“porqué y cómo te has convertido tan presto”?
Llamado, pues, el mencionado Juan Luis Margarit
(4º testigo) fue interrogado
“si sabe que el dicho morisco haya
persuadido o dicho a algunas personas cosas contra la fe y dijo que Miguel, esclavo suyo morisco, le dijo,
cuando estaba en su casa, que el dicho Juan era moro y que le había reñido
porque bebía vino y se
trataba mal con el porque se había convertido tan presto”.
Finalmente fue llamado a
declarar el ya citado labrador, Mathias Aznar, quien relató como acompañó a
Vicente Alçamora “y se halló presente
cuando captara la persona de Juan Borbay y el dicho Juan Borbay le dijo que
presumía que le capturaban por razón que Luis Arcayna, su amo, hallo en su ropa
un papel escrito en letras arábigas”.
Oídos los testimonios de todos fue convocado el
acusado para que diera su versión y este, por su parte, se identificó y declaró
de la siguiente manera:
“Joan Borbay, labrador y peraile,
vecino de la Vall de Seta , de 23 años, soltero y ha venido preso a este Santo Oficie, habrá 12 días,
remitido del lugar de Benimasot de dicha Vall”.
Dio su genealogía como
sigue:
Padres, Luis Borbayt, labrador, vecino de Benimassot y Ángela
Jaylut, vecina de Beniayco que se embarcó en la expulsión de moriscos y no sabe
si son muertos o vivos.
Tío, hermano paterno, Jerónimo Bolbayt, labrador que se
embarcó cuando la dicha expulsión y no sabe dónde está.
Hermanos: Ángela, mujer de Jerónimo Pasalet, vecino de
Guadalest; Pedro, soltero, menor, que se fue con sus padres y Jerónimo, de cuatro
años, que también se fue con sus padres.
Nunca ha sido casado ni ha tenido hijo ninguno.
Preguntado si es cristiano bautizado: “dijo que no sabe ni está cierto de que sea cristiano bautizado y que para
ello ha acudido a este Santo Oficio por tres diversas veces. Que la una de ellas
habrá dos años, que fue la postrera y puso por intercesor a mosén Sisternes,
vecino de Alcoy. Oye misa en los días de Domingo y fiestas que manda la Iglesia
y la última vez que la oyó fue en la Iglesia de Benimasot, el domingo anterior
inmediato al día que allí le prendieron”.
Iglesia de Benimassot
“Preguntado si sabe
leer y escribir y si ha estudiado alguna facultad y si ha tenido algunos libros
o papeles prohibidos, dijo que no sabe leer ni escribir ni lo ha aprendido ni estudiado facultad
alguna jamás y que cuando había tenido papeles o cosas prohibidas no sabe más
ni tiene qué responder de que la dicha su madre al tiempo de la expulsión le
dio, por despedida, en una bolsa
de raso colorada (en otra ocasión se describe como un zurrón
negro con una piel adobada), tres sortijas y un poco de
almizcle y un papel pequeño escrito y que como no sabe leer ni escribir nunca
supo lo que contenía ni si sería cosa de moro o de cristianos (que como éste no sabe leer ni escribir ni
sabía si era aljamía o algarabía) lo que contenía y que tampoco puso
jamás diligencia en preguntarlo a nadie”.
Preguntado por el discurso de su vida dijo que nació y se
crió en Beniamet, en casa de sus padres (no en Balones, como se afirmó antes),
sin salir de ella durante todo este tiempo hasta el tiempo que fueron
expulsados “y que, después de haber sido prendido (en Laguar), ha estado sirviendo a amos
en diversos lugares de este reino, aunque la mayor parte del tiempo ha servido
al dicho Luys Arcayna. Antes ha estado, como año y medio, sirviendo a don
Vicente Sisternes, del hábito de Montesa, haciéndole sus labores del campo en
Villamarchant y en Mislata”.
“Fuele dicho que se le hace saber que en este Santo Oficio no se acostumbra
prender persona alguna sin bastante información”.
“Y postrándose de
rodillas pidió muchas veces misericordia y amonestado fue mandado volver a su
cárcel secreta”.
Después de “oídas las partes”, el ministerio fiscal acusó criminalmente
a Joan Babay por los siguientes delitos:
“Que el dicho reo llevaba consigo
cierto papel arábigo, como “nómina diabólica”, el cual lo tiene por cosa
grandiosa y con manifiesto indicio de dar crédito a ello”. Especialmente le acusó de que “llevaba consigo ese cierto papel arábigo
como nómina por guarda y defensa contra todos los males que le podían suceder y
lo que en él se contiene son nombres de diablos y particularmente “el diablo
cojo” que su secta lo tiene por cosa grandiosa, a pesar de haber sido
bautizado y dar apariencia de cristiano”.
Le acusa de haber guardado, de todo cuanto su madre morisca le dio, únicamente,
la cédula y el resto lo había gastado, dando a entender su valor y significado
para él, ya que no quiso desprenderse de el mismo como lo había hecho con lo
demás.
“Le acusa de pedir misericordia porque
esto es indicio de tener su conciencia mal”.
Le acusa, además, de que, siendo bautizado, lo niega; de no haber tratado
de confirmarse; de no saber la doctrina cristiana; de haberse perjurado
ocultando la verdad; de haber cometido otras muchas cosas, sin especificar, el
fiscal, a que se refiere.
Añade que el reo procuró, cuando le prendieron, huir “sabiendo
este Santo tribunal cuan misericordioso es y procuró huirse y lo puso en
ejecución, lo cual era manifiesta señal de que se conocía delincuente”.
El fiscal exige
sea visto y reconocido si esta retajado, lo cual negó Juan de Bolbait.
En conclusión, como resultado de lo esclarecido, “pide y suplica sea gravemente castigado, sea
puesto a cuestión de tormento y a otros sirva de ejemplo y escarmiento”.
Terminada esta acusación
formal, al morisco todavía se le concedió un derecho a réplica, para que
defendiera su causa, lo cual hizo diciendo:
“Que tendría nueve años cuando le comenzaron
a enseñar dichas cosas, las cuales las hizo hasta que tendría 12 años que fue
la expulsión de los moros. Que le enseñaban y lo practicaban en compañía de otros
vecinos, en particular, Alacarach, vecino de Beniamet, el cual pasó a Berbería.
Que sus dichos
padres y este Alacarach hacían dichas ceremonias a escondidas”.
Se le había acusado de ya haber tenido tratos con la
Inquisición, a lo que él argumentó que su presentación ante el Santo Tribunal se
debió a “que estando en Alcoy, habrá tres
años, vino allí un fraile franciscano que venia de Jerusalén y andaba por el
mundo predicando, con quien quiso confesar y que no le pudo confesar si primero
no venia a este Santo Oficio y que entonces este pidió licencia a su amo para
venir aquí”. Y este es el pleito que el reconoce que mantuvo con el santo oficio: “me vine a deferir espontáneamente a este
Santo Oficio en año 1616”[11]. Es decir que el misionero confesor, que convenció
a Juan para que volviera al redil de la santa madre Iglesia le había puesto
como condición previa para ser absuelto de sus pecados, que diera parte a la
Inquisición de su situación, pero que los tramites se alargaron, no por su
voluntad.
Argumentó que “no sabia si era bautizado por no haber rector
en el lugar donde este nació, el cual acudía únicamente los domingos, y que la
causa de no saber bien las oraciones era por haberse criado en el campo”.
Se defendió diciendo “que se huyó por razón de que como iba con el alguacil de Játiva un
hombre que se llama Burgos, que suele andar con el Justicia Real, el cual le
quitó a éste un puñal que tiene pena de galeras traerle, se procuró de ir más
por el miedo de la pena de las galeras que no a este Santo Oficio”.
“Que en realidad guardaba el dicho papel porque
había unos granos de almizcle”.
Respecto a la acusación de que afeó a
otro morisco por haberse hecho cristiano, se defendió explicando que “suponía que se trataba de Miguel, ya que no había tenido otra riña
más que con el dicho Miguel, y que era mentira que le riñera por esto, ya que fue
con el dicho Miguel, morisco, criado de Pere Miguel Capdevila de Concentayna, con
el que había reñido y le dio de palos por palabras que tuvieron porque el dicho
Miguel se le quedó con cinco pares de “esparteñas” y dos agujas, con sus formas,
por lo cual éste entiende le habrá levantado este testimonio de acusación”.
Sostuvo que si desde un principio
mantuvo silencio había sido por no haberse acordado “por la turbación que tenia del miedo que la hacían, diciendo que le
habían de quemar”.
Finalmente el proceso se cerró con el dictado de la sentencia, de la manera
siguiente:
“Que este reo salga al auto de la fe si le hubiere de próximo donde no a
una Iglesia donde le sea leída su sentencia y sea reconciliado en forma y
condenado a hábito y cárcel perpetua y así lo votaron y firmaron”.
“Y por
haber sido hereje apóstata e incurrido en sentencia de excomunión mayor, admitieron a Reconciliación y mandaron que en
pena y penitencia de lo por él hecho y cometido salga al Auto Público en forma
de penitente, en cuerpo descalzo, sin cinto ni bonete, con hábito penitencial
de reconciliado, vela de cera verde en las manos y coraza de reconciliado,
donde le sea leído esta sentencia. Le condenaron a habito y cárcel perpetua para ser instruido
y haya de llevar y lleve el dicho habito encima de todas sus vestiduras, guardando la dicha carceleria en la cárcel perpetua de esta ciudad y que no
pueda traer sobre si, oro, plata, perlas, piedras preciosas, seda, chamelote,
paño fino ni andar en caballo”.
Dicha sentencia la firmaron en el Auto Público de la fe
que este Santo Oficio celebró domingo cuatro
de julio del año 1621, en la plaza de la Seo de la ciudad de Valencia,
con la asistencia extraordinaria del virrey.
Figuración de un auto de Fe (Osolotepec 1716).
Pero finalmente todo el proceso terminó de una manera
inesperada y poco clara documentalmente.
De pronto, un poco por sorpresa, aparece en la
documentación una copia de una carta
de los señores del consejo de Su Majestad de la Santa General Inquisición a la
Inquisición de Valencia sobre el negocio de Joan Borbayt, morisco, recebida el
28 de mayo que dice: “visto lo que decís en carta de 5 de este,
juntamente con la petición presentada en ese Tribunal por Pedro Jaime, familiar
de ese Santo Oficio, en que dice que
dará 600 reales, entregándole la persona de Juan Bolbay, preso en las
cárceles de la penitencia, por los gastos que hizo en el tiempo que estuvo
preso, con que se le quite el hábito y
alce la carcelería, ha parecido conmutéis, sus señorías, al dicho Juan
Bolbay la penitencia que le fue impuesta de hábito y cárcel perpetua en las
penitencias espirituales de ayunos oraciones y romerías” que os parecieren y
hecha la dicha conmutación le entregaréis libremente al dicho Pedro Jaime con
que pague los dichos 600 reales”.
“A este Pedro Jaime, notario, al cual
fue mandado que dé y entregue 600 reales castellanos a Melchor de Mendoza y
Viera, receptor de este Santo Oficio “y en cumplimiento y ejecución de la dicha
carta mandaron se le quitase el habito penitencial que traía” sobre sus
vestiduras y le fue mandado que el día de
la Ascensión del Señor confiese y comulgue y que todos los viernes de un
año entero ayune y rece un rosario cada viernes todo lo cual se le advierte
haga y cumpla con mucha puntualidad por el descargo de su conciencia y le fue
entregado al dicho Pedro Jaime, notario familiar del Santo Oficio”.
Evidentemente la nueva dirección que toma la resolución del caso aparece
sin mayor aclaración y de manera taxativa.
Aunque de esta manera tan sorprendente y escueta podemos dar por cerrado el
proceso del morisquillo Juan Bolbait, no quisiera terminar sin añadir un par de
cuestiones que el mismo artículo ha sugerido, como es el caso de los
morisquillos esclavos y también de lo que hemos indagado sobre los demonios en
aquella época.
El esclavo Juan Bolbait
Indirectamente surge aquí otro aspecto de la historia y
vida de Juan Bolbait que es la consideración que algunos de los morisquillos
obtuvieron dentro de los diferentes criterios de acogida que predicaba el
patriarca San Juan de Ribera y de los propósitos publicados por el bando del
rey Felipe III: Quedar como niño acogido o como esclavo. Este es un matiz que
ha supuesto un obstáculo para poder censar con absoluta claridad la procedencia
de muchos de ellos. Así, si bien sabemos que los esclavos tuvieron una
consideración especial y diferente al resto de los moriscos expulsos, por ser
aquellos propiedad particular de un cristiano viejo y, por tanto podrían haber
permanecido en la península a pesar de la mayoría de edad, el hecho de
considerar a algunos de los morisquillos como esclavos, a pesar de que Juan Bolbait
tenia doce años cuando la expulsión, genera confusión a la hora de poder
determinar cuantos morisquillos están ocultos en las listas de esclavos.
En este caso, dado que el
condenado pasaba ahora a formar parte de los penados por la Inquisición, “se de noticia al receptor del Santo Oficio
para que a su tiempo haga las diligencias que convengan en favor del fisco para
que se notifique a Luis Arcayna
envíe el titulo original de la compra deste esclavo”.
Luis Arcayna dice que, “presumiendo que “Juan Burbaex”, morisco de
los rebelados y expulsos de este reino y de los que se dieron por esclavos en
el Aguar [Laguar] estaría preso en
las cárceles de este Santo Oficio y por ser aquél esclavo, con titulo que
despachó Don Luys Carrillo de Toledo,
renunció en favor de sus Señorías al derecho que tenia en la persona del dicho
Juan Burbaex”.
Luys Arcayna dice que “compró por
esclavo suyo a Juan “Blubaer”, morisco de los rebelados “y de los que se
dieron, por ser aquel mi esclavo con titulo que le despacho don Luis Carrillo
de Toledo”, y entregó originalmente
el titulo que dijo en su petición que tenia de la compra del dicho esclavo,
apercibiéndole que sino lo hacia se enviará persona a su casa que cobrara de
los alimentos y gastos del dicho Juan Borbaer”.
Luys Arcayna confesó que lo había comprado como esclavo por orden del
marqués de Caracena, aunque nosotros en la lista de los morisquillos lo tenemos
incluido como uno más de los que se “manifestaron”[12].
Incluso, en el requerimiento que le hace personalmente
mosén Ginés Pascual, clérigo presbítero
y vicario temporal de la parroquia de la villa de Alcoy le dijo y
notificó que identificara la propiedad de dicho esclavo, a lo que Luis .Arcayna
dijo que lo compró por esclavo suyo.
El dicho Luis Arcayna
dijo que “luego que fue preso el
dicho Joan Bolbait, juntamente con la petición arriba en la carta contenida,
entregó el titulo que tenia del dicho esclavo al Santo Oficio y que como le
entregó no lo tiene en su poder”.
Así, con estos detalles se reconoce la calificación de esclavo,
no apareciendo como niño entregado. Sin embargo, el hecho de que a sus
veintitrés años anduviera suelto y fuera de la casa de su amo, podría
entenderse como que ya había sido emancipado como proveyó el Patriarca San Juan
de Ribera: que se tuviere a los menores hasta la edad de veintitrés años y que
sirvieran en las casas pasa sufragar su alimentación y crianza.
Respecto a este matiz sobre si
los niños moriscos fueron considerados y tratados como esclavos o no, la
voluntad del rey Felipe III y la del Patriarca Ribera fue que fueran acogidos
por los cristianos viejos como siervos en sus casas hasta que alcanzaran una
mayoría de edad que les supusiera la emancipación. Pero el trasfondo del
documento, como otras muchas referencias documentales, da a entender que la
gran mayoría de la población cristiano-vieja los asimiló como esclavos, ya que
este había sido el destino de los moriscos y otros africanos encontrados en los
mercados.
Esta parte del documento termina
siendo muy reveladora toda vez que en ningún momento pone en duda la calidad de
esclavo de Juan Bolbait, a pesar de la mucha documentación que se conserva
sobre la prohibición y conveniencia de no considerar a las mujeres y los niños
como esclavos. Incluso la misma autoridad que se cita como emisora del
documento de esclavitud: El marqués de Caracena, es uno de los que publica
bandos contra esta posibilidad de esclavizarlos - en decreto el 29 de agosto
del mismo año[13].
Sin embargo, el caso, por ejemplo, del párroco de Novelda que apuntaba lo
siguiente en el libro de defunciones de su iglesia: “En 28 de diciembre de 1611 fue
sepultado un morisquillo de edad de 5 años que era esclavillo de Celsa”[14], lo que confirma que el uso era el de
llamarles esclavos.
Sobre los demonios, causa del proceso
Era evidente que el “contenido del papelito” no podía dejarnos indiferentes
y, antes de cerrar este artículo, quiero dedicar alguna consideración al motivo
de tan encarnizado juicio (o prejuicio) que motivó la intervención de la Santa
Inquisición de Valencia.
Para situarnos un poco dentro del guión de este caso hemos de imaginar la
importancia que en aquella sociedad podría llegar a alcanzar el trato con el
diablo.
Sencillamente en la misma Wikipedia se
puede leer: El personaje era ya popular en la cultura castellana del siglo XVII
y estaba fijado en refranes, dichos y canciones. Desde 1602 y hasta 1608 aparecen
frecuentes invocaciones al Diablo Cojuelo. Fue el predilecto de las hechiceras
castellanas de la primera mitad del siglo XVI, sin que su fama decayese hasta
bien entrado el siglo XVII. Son varios los conjuros recogidos que invocan al
Diablo Cojuelo. Su popularidad llegó hasta la Corte real de Madrid del siglo
XVII, donde estaba considerado un buen mensajero
de amor[15].
Son muchos los diablos que he podido encontrar. El que más se aproxima a la
descripción de “el diablo cojo” que se menciona en el texto es el que recibe el
nombre de Asmodeo. Su imagen se puede observar a la entrada de la iglesia de
Rennes-le-Château (Francia). Según la Tradición, es el que guarda los tesoros
del rey Salomón[16].
Rennes-le-Château
Asmodeo es el demonio de los
pecados carnales, el ser que se encarga de llevar a los hombres a las turbias
aguas de la lascivia. Él disfruta incitando la infidelidad y destruyendo
noviazgos y matrimonios. Como pocos, Asmodeo es un demonio que aparece en la
Biblia como un ser bien diferenciado de Satanás.
¿Pero de que demonios
estamos tratando? ¿Los demonios cristianos o musulmanes? ¿A quién tenían miedo
los inquisidores?
Asmodeus (Asmodai, Sydonai, Chammadai, Asmodeo, o
Asmodaeus) es un demonio, conocido comúnmente por aparecer en el Libro de Tobit o Libro de Tobías, que no forma
parte del Antiguo Testamento protestante ni del judío, pero sí del canon
católico. También es mencionado en el Talmud y en los tratados de demonología.
Su origen se halla en la religión mazdeísta (Zoroastrismo) de los persas.
Probablemente, llega al judaísmo durante el tiempo en el que este pueblo se
halló bajo la dominación persa (s. VI a. C.), y más tarde, pasaría al
cristianismo, pero era en la era antigua aparentemente en el siglo II A. C.
Pero además, sobre los demonios cojos se podría
desarrollar un tratado completo. El mismo Camilo José Cela identificaba de forma estrecha brujería y cojera (Volaverunt, de los
Caprichos de Francisco de Goya).
Otro demonio cojo aparece en el Fausto de Goethe que muestra
alusiones continuas a la cojera o a las deformaciones características de los
pies del infernal Mefistófeles.
Es bien sabido que el personaje del diablo cojo es una pieza muy conocida
del repertorio cultural de uso más común en su época, en la que circulaban todo
tipo de historias y de creencias sobre un diablo amistoso y servicial para con
los seres humanos con los que entablaba pacto o amistad, mucho más familiar y
mucho menos inquietante que el tenebroso demonio anatemizado en los libros de
devoción y en las naves de las iglesias. Existen algunas teorías antropológicas
muy interesantes sobre la presencia tópica de diablos cojos en las tradiciones
culturales de Europa, sobre todo, y también del resto del mundo[17].
Claro que a la hora de buscar diablos de nación o cultura propia, no queda
nada seguro si los maléficos eran los de uso de la cultura islámica o si eran
los conocidos por la inquisición, y, por lo tanto mas occidentales y cristianos
que coránicos.
Así aparecen:
Caacrinolaas, llamado también Bassino ar Glasya, que enseña artes e inspira
homicidios. Presagia el futuro.
Berith o Berito, Beal y Bolfri, duque de los infiernos. Responde sobre el
pasado, presente y futuro. Demonio de los alquimistas (Cambia metales en Oro).
Aclara la voz a los actores.
Amducias. Duque. Se oyen sonidos de trompetas sin verlos.
Adramelch. Canciller. En Asiria
Pruflas o Busas. Principe. En Constantinopla. Promueve discordias y
enciende guerras. Responde a las preguntas.
Tap, Gaab. Se muestra al mediodía. Apreciado por los matemáticos. Excita el
amor y el odio. Transporta a los hombres.
Macho Cabrio o gran cabrón. Dios egipcio Pan que causa la lujuria. Entre
los griegos, Baco. Habita en los bosques, para los judíos.
Bolac. Presidente. Conoce la morada de los planetas.
Yan-gant-y-tan. Demonio que en la noche lleva una candela en cada dedo.
Vuela como un rayo. De Finisterre.[18]
Detalle del retablo de Bernat Serra (1429), en la
Pobla de Ballestar
Por otra parte, también está Malik que es el equivalente de Azazel y de Achmedai que es el demonio
de la unión conyugal. Azazel combina los nombres de dos ángeles caídos: Uza y Azael.
Azazel podría ser el equivalente del diablo. Mahoma menciona a Malik como guardián
de los infiernos. Los tres Malik, Azazel y Achmedai representan la triple
imagen del demonio.[19]
Como se aprecia, la lista seria interminable y su iconografía, sobre todo
medieval, de un expresionismo admirable.
Fuera cual fuera el verdadero significado del temido “amuleto”, bastante
quebradero le cabeza le supuso a nuestro héroe local Juan Bolbait.
[1] MARTINEZ, François (1997): La permanence morisque en Espagne après 1609 (discours et réalités). Annexes.
Université Paul-Valéry — Montpellier III. Arts et Lettres, Langues et Sciences
humaines et sociales. El documento esta referenciado en: Inq. leg. 549 n° 13
Lib. 939 f° 388 v. Los párrafos en cursiva corresponden a reproducciones
literales del texto.
[2] Nombres de Juan (63) o Joan (34), y doce versiones del
apellido Bolbait (11), Bolbay (10), Borbay (64), Babai, Borball, Babay (2),
Borbait, Borbayt (6), Bolbayt (2). Incluso, cuando los apellidos parecen
aproximarse, se le identifica como Burbaex (2), Burbaer o Borbaer, desarmando,
totalmente, cualquier suposición fonética.
[3] MARTINEZ, François.
Obra citada: “que dijo ser de 22 años de edad”.
[4] MARTINEZ, François.
Obra citada: “Blusón
negro y dentro del zurrón unos calzones para su uso” (38-45).
[5] MARTINEZ, François.
Obra citada:
“Jaime Antonio Calafat secretario deste
Santo Oficio de edad de 53 años para descargo de su conciencia el domingo
pasado, 5 de enero estando este testigo en la villa de Alcoy en compañía del
Licenciado Juan Prima clérigo presbítero deste Santo Oficio estando hablando
sobre la mesa en casa de Luis Arcayna, familiar deste Santo Oficio vinieren a tratar
de un morisco que el dicho Luis Arcayna tenia en su casa de la vall de
Guadalest que lo había echado de su casa porque le inquietaba la casa (a unas
moriscas que tenia en casa) y que reconociendo la ropa del dicho hallé, en ella
un papel escrito en arábigo y que estaba muy envuelto en un paño y con olor y
que sospechándose no fuese cosa de moros que lo trujese a este Santo Oficio”.
[6] MARTINEZ, François.
Obra citada: “Por traer una nómina
diabólica en arábigo”.
[7] Este hecho es
muy significativo ya que las autoridades habían intentado prohibir la presencia
de más de un morisquillo en cada casa, ordenando precisamente “que ningún cristiano viejo pudiera tener más
de un niño a su cuidado para evitar todo tipo de solidaridad o nostalgia
cultural”.
[8] BORONAT, Pascual
(1901): Los moriscos españoles y su
expulsión. Vol. II, Ap. doc. pp. 523. El Patriarca
especificaba la situación en que debían de quedar los muchachos y muchachas que
no salieran: bajo la tutela de “...christianos
viejos, officiales, o ciudadanos, con obligación de servirles hasta XXV o XXX años
por sólo el comer y vestir”. Fray Luis de Aliaga era más explícito en
cuanto hacía referencia a la cuestión de la tutela de los niños: los de once
años abajo debían de quedar hasta que cumpliesen los veinticinco sirviendo a
los cristianos viejos a cambio del sustento.
[9] MARTINEZ, François. Obra citada: “hijo, de Luis Borball y de
Ángela Chellu vecinos de Balones [Vall de Seta] cristiano nuevo”.
[10] MARTINEZ, François. Obra
citada: “el dicho Juan está hoy en la vall de Guadalest guardando
ovejas”.
[11] “No había venido
antes porque su amo era mercader y por andar ocupado en las ferias”.
[12] GIRONÉS GUILLEM,
Ignacio. www.morisquillos.com. Juan Bolbait,
morisquillo número 2912, presentado por Luis Arcayna en Alcoy, según la lista
de François Martinez e Ignacio Gironés.
[13] BORONAT, Pascual. Op. cit. Vol. II. Ap. doc, p. 561. “los soldados assi de los tercios como de la milicia tenian por esclavos
a los que avian tomado”… Alarmaban ya estas acciones a las autoridades, entre
otras razones: «...porque a bueltas de los que se havian cogido en la montaña
usaban del mismo rigor con los que no han sido revelados”. Pascual BORONAT.
Vol. II. Ap. doc, pp. 573-574. “La
confusión, pues, se había hecho evidente y fue entonces cuando el Virrey decidió poner remedio a las
irregularidades ordenando suspender la compra y venta de esclavos
moriscos. Pero el consejo del monarca tardaría todavía en llevarse a cabo. El
Marqués de Caracena, mediante un nuevo bando de 10 de febrero de 1610, hubo de
prohibir tácitamente todo intento de esclavizar a las mujeres y niños. El
Patriarca ahora, en 24 de marzo de 1610, según trasluce una consulta del
Consejo de Estado volvía a considerar la necesidad de que los niños de 12 años
abajo quedasen como esclavos, aduciendo para ello que esta condición redundaría
en su propio bien en tanto y cuanto los cristianos viejos cuidaran de ellos
como de «hazienda suya perpetua». La Junta de Teólogos, en 25 de abril “que no
debían quedar ni como esclavos”. “y que no pudieran ser considerados como
esclavos bajo ningún concepto.” es posible que durante los años 1612
y 1613, incluso algunos años después, siguieran realizándose registros
por parte de las autoridades valencianas con el fin de vigilar el cumplimiento
del decreto”.
[14] MARTINEZ GOMIS, Mario (1981): “El control de los niños
moriscos en Alicante tras el decreto de expulsión de 1609”, Revista de Historia
Moderna, N. 1, pp. 275-276. Universidad de Alicante.
[15]
http://es.wikipedia.org/wiki/Diablo_Cojuelo
[16] SÈDE, Gerard de. Leído en uno de los dos libros de Gerard de Sède: El
Tesoro de Rennes-le-Château.
[17] PEDROSA
BARTOLOMÉ, José Manuel (2004): “Versiones literarias del mito de “El diablo
cojo” (Shakespeare, Goethe, Tolstoi, Kipling, Rego, Valle-Inclán, Cela, Galeano)”,
en La
literatura en la literatura, actas del XIV simposio de la
sociedad española de literatura general y comparada, pp. 521 y 522.
[19] SINOUÉ, Gilbert
(1996): Del libro de Zafiro.
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