El archivero Pascual Iborra e Iborra (la Nucia, 1850-Málaga, 1903)
Miguel Guardiola Fuster
Pascual Iborra e Iborra nació en la Nucia el 22 de febrero de 1850.
Estudió Medicina. Ingresó, por Real Orden de 21 de octubre de 1872, en el Cuerpo Facultativo de Archiveros,
Bibliotecarios y Anticuarios (CFABA) con empleo en el Archivo de Simancas.
En 1873 le fue adcrita una plaza en el Archivo Histórico de Toledo, y en 1876 en el Archivo General
de Alcalá de Henares. En 1886 fue trasladado al Archivo de La Coruña, y en 15 de
enero de 1889 al Archivo de la Delegación de Hacienda de Málaga.
Publicó un ensayo, una obra clásica de la historia de la
medicina: Historia del
protomedicato en España (1477-1822)[1]. María Soledad
Campos Díez escribe sobre el trabajo de Iborra lo siguiente:
“Con relación a España existen
monografías, que sin ser jurídicas, suministran valiosa información sobre el
Protomedicato, como la obra de Pascual Iborra…” . Y en nota a pie de página añade que al libro se le concedió el premio Dr. Bustos, sobre el tema Historia del Real
Proto-Medicato, juzgado por la sección de Filosofía y Literatura Médica[2] .
La
obra, presentada con el lema “Historia Lux Veritatis”, se estructura en tres
partes precedidas de una introducción. En la primera, desarrolla
históricamente la Institución, con un apartado sobre atribuciones y derechos de
los protomédicos. La segunda parte la dedica a los protomedicatos de Navarra,
Cataluña, Aragón Valencia y Ultramar. Para concluir, despliega una lista bibliográfica
de Médicos de Cámara.
La Historia del Protomedicato fue reeditada por la Universidad de Valladolid en 1987, con presentación e índices de Juan Riera y Juan Granda-Huesas. |
El acceso a ingresar en la CFABA era muy árduo y los opositores más experimentados tenían mayor ventaja. Pascual Ivorra optó al ingreso el 5 de diciembre de 1871, pero no lo obtuvo. A pesar de acreditar su título en la Escuela de Diplomática, y el mérito especial de haber servido en el Archivo Histórico Nacional como aspirante desde el 1 de noviembre de 1870, el puesto fue para José María Onís y López e Iborra quedó en segundo lugar.
Al año siguiente Pascual Ivorra
repitió la experiencia y solicitó una plaza de ayudante de tercer grado en el Archivo
General de Simancas. Se presentaron seis candidatos, entre los cuales destacaban D. Pascual Ivorra e Ivorra y D. Fernando Suárez Inclán y González. Ivorra aventajaba en servicios a Suárez Inclán por algunos meses, y además contaba con el sobreañadido de hacerlo en archivos (Suárez los ejercía en la Biblioteca de la Universidad Central de Madrid). En el informe se afirmaba, entre otras cosas, que D. Pascual desarrollaba su trabajo en el Archivo Histórico Nacional "con celo, profesionalidad e inteligencia en las tareas de clasificación e índice, distinguiéndose en varias de ellas" (Gaceta de Madrid, nº 299 de 25/10/1872, página
250).
A tenor del informe anterior se expidió la siguiente Real Orden:
“El
Rey se ha servido nombrar Ayudante de tercer grado de la sección de Archiveros,
Bibliotecarios y Anticuarios con el sueldo anual de 1.500 pesetas a D. Pascual
Ivorra e Ivorra propuesto en primer lugar en la terna formada por la Junta
consultiva de la junta de Archivos, Bibliotecas y Museos para la provisión de
la plaza en virtud ese concurso. Madrid, 21 de octubre de 1872” (Gaceta de
Madrid, nº 299 de 25/10/1872, página
250).
El Archivo de Simancas en la actualidad (Fuente: http://www.mcu.es). |
El 4 de diciembre de 1873 se destinó a Pascual Ivorra como Ayudante de tercer grado en el Archivo
Histórico de Toledo (Revista 15.01.74). Durante
este destino Pascual Ivorra, a la sazón vecino de Villanueva de Alcardete y
miembro del Partido Constitucional, suscribió el siguiente escrito de carácter político:
“Excmo. Señor
don Práxedes Mateo Sagasta[3].
Muy señor nuestro: Los que suscriben, individuos del Comité del partido
constitucional de esta localidad, se adhieren a la formula suscrita por los
señores Núñez de Arce, Peñuelas y León Castillo, hallándose decididos á prestar
su leal apoyo para el triunfo de las ideas que en ella se expresan. Villanueva
de Alcardete (Toledo), 3 de noviembre de 1875. Pascual Ivorra é Ivorra. Félix
(ilegible) Nicolás Molina. Leopoldo de la Torre. Miguel Palero”.
El 2 de
noviembre de 1876 Pascual Ivorra fue trasladado al Archivo Central de Alcalá de Henares (Revista, 5.11.1876), donde obtuvo el ascenso a ayudante de segundo grado.
Alcalá de Henares.—Escalera del Archivo Central y de Protocolos de Alcalá de Henares (Fuente: http://hhh.gavilan.edu/fmayrhofer/spanish/astrana/tomoI/p0000011.htm). |
La biblioteca del Archivo Central
guardaba en sus anaqueles 2.563 volúmenes, 560 folletos y 32 mapas o planos, y su personal facultativo lo formaban D. José
María Escudero de la Peña, jefe; D. Francisco Romero de Castilla y D. Joaquín
Casan y Alegre, oficiales; D. José Garrota y Sancho, D. Pascual Ivorra é
Ivorra, D. Mariano González Canales, D. Manuel Rubio y Borras, Don Enrique
Sánchez Terrones, D. Isidro Garay Lorenzo, ayudantes; Juan Nepomuceno García
Gallego, ayudante-secretario.
En noviembre de 1886 Ivorra fue asignado al Archivo de la Coruña y el
15 de enero de 1889 al de la Delegación de Hacienda de Málaga, localidad donde falleció el 5 de abril de 1903.
Dos colaboraciones signó Pascual Ivorra, a modo de transcripciones. La primera se titulaba “Petición hecha en cortes á S. M. para que no se prohíban las comedias”. (Revista de archivos, bibliotecas y
museos, 2ª época. T. 9º, pág. 179). La segunda versaba “Sobre las ciudades y villas de
voto en Cortes”. (Ibídem,
2ª época, T. 9º, pág. 319)
En la sección de Preguntas, un lector X expuso esta
cuestión:
“Alauer o alaues. En un documento del año 1034 se hace mención
de varias armas y objetos de guerra, y entre ellos, de una lancea alauer ó
alaues, palabra que no se encuentra en los glosarios. Faria, en su
diccionario portugués, trae la voz alaberie, que deriva del árabe alabre,
que significa aguja. ¿Se llamaban así las lanzas porque tuviesen la figura de
aguja, ó puede establecerse alguna analogía entre esta palabra y la nuestra alabarda?”
(1.ª época T. 1º, pág.15)
La pregunta obtuvo tres respuestas. La de D. Pascual Ivorra decía lo que sigue:
“Alauer ó alaués. Se conocía antiguamente una lanza, llamada alavesa
porque se construía en Álava, y creo que esa palabra hace alusión a la misma.
La palabra alabarda debe tener el mismo origen, y tal vez se le habría
cuando la lanza alavesa recibió alguna modificación en su primitiva forma para convertirla
en otra, que so llamó alabarda. El P. Larramendi, en su Diccionario
de la lengua vascongada, dice que la voz alabarda procede de ella, ó
a la bearda, que significan, así
es menester, así conviene; aludiendo á que esta arma conviene para la custodia
de los príncipes. Salvo el respeto que se merece autor tan distinguido, opino
que esta etimología carece de solidez. P. I.”(Pascual Ivorra) ( I ª. época. T.
1º, pág. 31,32 y 63 )
El mismo lector preguntaba:
“Atondo ¿Cuál es la verdadera
etimología de esta palabra, y cuántas sus acepciones?” (1ª. Época
T. I, p. 47).
La respuesta de Pascual Ivorra fue la que sigue:
“El
glosario de Du Cange da á esta palabra la significación de cuerdas ó correas
para domar ó instruir á los caballos, y en tal caso debe ser sinónimo de
ataduras. Su procedencia sería entonces del verbo atar. Como
coincidencia rara de homonimia, debo notar que á la distancia de tres leguas de
la ciudad de Pamplona existe un pueblo que se llama atondo, nombre derivado de ate,
que quiere decir puerta ó puerto, y ondo, cerca ó próximo. Esta composición
explica muy bien su situación, que es precisamente próxima á un boquete abierto
entre dos montes, que da paso al valle de Araquil. P. I.” (1. ª
época. T. 1º, pág. 47).
BIBLIOGRAFÍA
CAMPOS DÍEZ María Soledad - 1999 El Real Tribunal del protomedicato castellano, siglos XIV-XIX.
EL IMPARCIAL, 26 oct.1872.
IBERIA, 6 de
noviembre de 1875.
IBORRA IBORRA, Pascual: "Historia
del Protomedicato en España (1477-1822)
Médica Vallisoletana XXIV. Valladolid, 1987. (Edición, introducción e índices de J. Riera y J. Granda-Juesas.
NAVARRO LLUCH, María Teresa.
Biografías de Archiveros, Bibliotecarios y documentalistas Valencianos.
NAVARRO
LLUCH, MT. (2011). Biografías de Archiveros,
Bibliotecarios y Documentalistas valencianos. (http://hdl.handle.net/10251/12065).
Revista de
archivos, bibliotecas y museos, 5 de enero de 1877. ”. (2ª época, T. 9º, pág. 319)(D. ª época T. 1º,
pág.15) ( 2ª. época T. I, p. 47)(
I. ª época. T. 1º, pág. 47) (Revista 15 enero 1874 Revista 15.01.74 La
revista 5.11.76).
RUIZ
CABRIADA, Agustín. Bio-bibliografía del Cuerpo Facultativo de Archiveros,
Bibliotecarios y Arqueólogos, 1858-1958. Madrid, Junta Técnica de Archivos,
Bibliotecas y Museos. 1958, pág.483.
[1] Tribunal, formado por médicos y
examinadores, que reconocía la suficiencia de los futuros médicos y concedía
las licencias necesarias para el ejercicio de dicha facultad: el Protomedicato
funcionaba también como cuerpo consultivo en cualquier tipo de problema.
[2] Real Tribunal del protomedicato castellano
siglos XIV-XIX. 1999
[3]
Jefe del partido constitucional
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