miércoles, 10 de diciembre de 2014

Alejandro Bataller Madramany; por Miguel Guardiola Fuster




ALEJANDRO BATALLER MADRAMANY

Miguel Guardiola Fuster
Cronista Oficial de La Nucia



“Yo soy un ferviente  enamorado de La Nucia”

(Alejandro Bataller al autor)


 
Fotografía de Alejandro Bataller del año 1977.
(Fuente: http://fiestasvendimiarequena.com/fiestas-antiguas/30_fiesta/30_alejandro_bataller.htm)

Licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Doctor por la de Madrid. Juez de Primera Instancia de Onteniente al inicio de la guerra civil. Asesor jurídico de varias empresas nacionales e internacionales. Perteneció a los Ilustres Colegios de Abogados de Valencia, Alicante, Castellón, Palma de Mallorca, Murcia y Albacete. Si bien ejerció la profesión de abogado, su inclinación por el periodismo, la literatura y la historia le hizo ser conocido y respetado en la Vall d´Albaida y fuera de ésta. Su obra es extensa y diversa.

Nació en el seno de una familia acomodada de condición señorial. Se sentía hijo d´Ontinyent, d´Albaida i de la Pobla de Duc, lugares donde pasó gran parte de su vida, era un hijo de la Vall: “tinc familia en aquests tres pobles: la meua àvia materna i ma mare eren d´Ontinyent, l´avi Madramany d´Albaida i mon pare de la Pobla del Duc; ara bé, el besavi matern era d´Agullent i la besàvia materna de Benigànim. Més de la Vall d´Albaida no puc ser”.
Alejandro Bataller repasa su vida: “jo vivia a València perquè hi tenia el despatx i el meu treball però tots els caps de setmana anava a la Vall, mai no he perdut el contacte ni amb la comarca ni amb els meus amics. M´he criat a Ontinyent, en la finca Santa Fe. El meu avi tenia moltes finques i tots els estius anava al poble i d´allí a les festes d´altres llocs. Vaig conéixer també la inquietud del poeta de Quatretonda Estanislao Alberola, autor de bones obres de teatre i de l´obra poètica Terres Secanes (…) He escrit un poquet de tot: articles sobre la Vall d´Albaida, temes de literatura, de Lluís Vives, Voltaire, Rousseau o Azorín, de història, els costums, el folclore i les festes dels pobles, a més d´economia i articles de dret”.

Fue cronista de la Vall d´Albaida y Pobla del Duc. Escribió en La Revista d´Ontinyent, fundada por él antes de la Guerra Civil. Sus artículos históricos, económicos, literarios y especialmente los agrícolas, aparecieron con asiduidad en el diario Las Provincias, de Valencia, desde los 17 años, siendo director del periódico Teodor Llorente, defendiendo los intereses vitivinícolas y agrícolas del campo valenciano. Articulista de las revistas Oc, de Francia; el Cultivador Moderno, de Barcelona; Levante Agrícola y La Semana Vitivinícola; Levante, Cultura Valenciana, El Cultivador Moderno, La Semana Vitivinícola, Valencia Fruits, Revista l´Altar del Mercat, Posada y Camino de Madrid, Ciudad, Onclar i Crònica, y Valencia Actualidad. En total, más de 1.200 artículos. Además, colaboró en los programas de fiestas de los pueblos de la Vall d´Albaida y de otras comarcas: Sant Esteve, Moros i Cristians, la Puríssima i Reyes Magos d´Ontinyent, los Programas de Festes d´Albaida, Benigànim, Benissoda, La Pobla del Duc, La Nucia, Benidorm y Callosa d´En Sarrià. Alejandro Bataller fue pregonero de fiestas de la Vall y de otros pueblos, como Gandia, con la singularidad que nunca ha leído un texto en estos actos.

Era habitual que en la correspondencia entre él y este cronista incluyera algunos de sus artículos, mostrando la diversidad de sus escritos: Un intento legal para salvar empresas (Las Provincias, 9 de marzo de 1991); Nuestros vinos de la Vall d´Albaida ( Crònica d´Ontinyent); Gabriel Miró o la luminosidad (Las Provincias, 4 de marzo de 1979); ¿Vamos a dejar solos a Polop en la conmemoración del centenario de Miró?; Murla o el amigo (Las Provincias, 7 de mayo de 1980), magnífico artículo descriptivo de aquella comarca en ocasión de la muerte de un amigo nonagenario; El mayor espectáculo del reino valenciano (Las Provincias, 21 de agosto de 1991), exaltación de las fiestas de moros y cristianos; Gloria y Tragedia. Juan Luis Vives, valenciano (Las Provincias, 4 de julio de 1980); Un castillo señero (Revista Programa de fiestas de Callosa d´en Sarrià, 1990), de historia; Benidorm o la ciudad soñada (Revista programa de fiestas de Benidorm, 1990), de turismo.

Se muestra socarrón e irónico cuando dice “un home que ha estudiat prou i llegit més. I diuen que el dimoni sap més de vell que de dimoni, i això em passa a mi”. Se consideraba de talante liberal que, al igual que la profesión, le venía de familia. Su padre fundó el partido liberal de Albaida, fue diputado liberal y vicepresidente de la Diputación Provincial de Valencia. Afirma que la suerte no le acompañó, primero en 1923 cuando Primo de Rivera, y después con Franco; sólo entre ambos cuatro cinco años de democracia. Durante esos periodos de dictadura no escribió de política. Si bien solamente redactó dos artículos en valenciano y se granjeo la amistad de Manuel Sanchis Guarner, Vicent Andrés Estellés y Josep Segrelles.

 Alejandro Bataller, en 1991, contaba   como conoció nuestra comarca: “yo descubrí La Nucia en los años sesenta, como abogado y luego socio de Bodo Wallascheck, uno de los pioneros de los terrenos de Holiday Club. En aquellos tiempos, aún difíciles, tuve frecuentes tratos con las autoridades de La Nucia y con mucha gente del pueblo. Me encantó su llaneza y hospitalidad. Fui muy bien recibido e hice amistades y afectos. El entorno del paisaje me subyugó por su amenidad. Lo vi muy bonito. Diferente al de mi valle. Pero la gente no. Reaccionaba y hablaba como en Beniganim, en la Pobla del Duc, o en Albaida. Y nos entendimos. Se me invitó a colaborar en la revista de Fiestas y luego yo escribí en Las Provincias”. Años después, se produjo un distanciamiento aunque él no dejó de acudir al pueblo. “Y así hasta que a Vicente Paco Cano le eligieron alcalde. Yo le conocía de niño en los ultramarinos de su padre donde yo compraba queso de La Nucia para obsequiar a algún amigo de Valencia. Y la conexión afectiva se hizo de nuevo y ahora para siempre”.

Sus colaboraciones en el libro de fiestas de agosto de La Nucia se han sucedido periódicamente desde muchos años. Sus enunciados bien podrían valer de eslóganes publicitarios y los textos de elogiosos cantos al pueblo: La Nucia o el pueblo amigo y en Las Provincias, 30-Junio de 1966, Diálogo sobre la Nucia, (1966); El dulce encuentro de la Nucia, 1987; Vivir en La Nucia, 1988; La Nucia o la luminosidad, 1989; Una filosofía y un estilo, 1990; Descubrimiento y triunfo de La Nucia, 1991; Poder y sugestión de un nombre: La Nucia, 1992; Fisonomía urbana y semblante humano, 1993; La Nucia, donde manda la estética, 1994; La Nucia: la “Niña Bonita” de la Marina, 1995; La Nucia, “divertimento” y fiesta, 1996. Por expresa voluntad suya firmó el prólogo de mi libro Lírica tradicional valenciana. Cançoner popular valencià.

El pleno municipal de Ontinyent aprobó el 28 de noviembre de 2002 dedicar la plaza situada frente a la Casa de san Rafael al abogado Alejandro Bataller Madramany, de 92 años de edad, nacido en Albaida y residente en aquel pueblo desde niño. Conviene recordar que dicha casa corresponde a una antigua heredad propiedad de la familia del abogado. Es una residencia señorial de tres pisos que mantiene la estructura tradicional, con zócalos de sillería, puerta principal adintelada y balcones y ventanas con rejería; en la fachada destaca un panel cerámico de Nuestra Señora de la Soledad colocado en 1885; la casa fue construida en 1531 y restaurada en 1978.




Casa de San Rafael

La prensa de Ontinyent y la de Valencia recogieron el homenaje que aquel pueblo tributó al abogado y escritor en febrero de 2003 dedicando una plaza a su persona. El homenajeado recibió emocionado las palabras ofrecidas por el alcalde: “Alejandro Bataller es un auténtico modelo de patriotismo cívico. Un revulsivo contra la desmemoria histórica. Todo su trabajo y persona ha sido un llamamiento apasionado a la valencianidad (…) Es un modelo para todas las personas que queremos hacer de la comarca de la Vall d´Albaida un entrañable hogar para el futuro”.  En el transcurso del acto se descubrió una placa conmemorativa, y peroraron el alcalde y el homenajeado. Asistieron al acto la asociación de vecinos, la de fiestas de san Rafael, el cura de la parroquia y la sociedad de festeros, principal impulsora del reconocimiento. El año 2001 l´Institut d´Estudis de la Vall d´Albaida, con la colaboración de la Mancomunidad de Municipis de la Vall d´Albaida, de los ayuntamientos d´Albaida, de la Pobla del Duc i Ontinyent, i de la asociación cultural La Nostra Terra d´Ontinyent, editaron un compendio de sus trabajos. Asimismo, también recibió un homenaje de la Societat de Festers d´Ontinyent.

Alejandro Bataller Madramany falleció en Valencia, el 21 de diciembre de 2003, a los 93 años de edad.



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