martes, 28 de octubre de 2014

En el centenari del trenet de la Marina



 
Estació del ferrocarril de Cap Negret, 1950
Fotografia Germans Galiana, Un viatge per la Marina Baixa, 2005, p. 12

Avui, dia 28 d’octubre de 2014, celebrem el centenari d’un esdeveniment històric per a la comarca de la Marina: la inauguració del tram del ferrocarril de via estreta des d’Alacant fins a Altea.
La construcción del popular trenet va ser un element modernitzador de primer ordre de la vida dels habitants de la comarca i un pas més per a superar el secular aïllament geogràfic del país.
Per commemorar este fet històric, transcrivim un article de la Revista Ilustrada de Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros, on es relata com va transcòrrer eixe important dia, els actes que tingueren lloc i les personalitats assistents:

“El día 28 del pasado mes se verificó la inauguración del ferrocarril de Alicante á Altea.
Asistieron á la inauguración el Sr. Francos Rodríguez, el Director general de los Registros, Sr. Jorro Miranda, D. Martín Rosales, D. Salvador Canals, Don Federico C. Bas, Director General de la Deuca, el señor García Durán, ilustrado Secretario del Consejo de Administración de la Compañía de los Ferrocarriles Estratégicos y Secundarios de Alicante, concesionaria de esta línea, y otras personalidades.
Al acto asistieron, además, las autoridades, representaciones de la Prensa y de otras entidades.
El Obispo de Orihuela, auxiliado por el abad de San Nicolás y el clero, bendijo la nueva estación y el convoy.
Al arrancar el tren inaugural, á las diez y media, el público que llenaba los alrededores de la estación prorrumpió en vivas y aplausos.
En las estaciones del tránsito, especialmente en Villajoyosa y Benidorm, salió todo el vecindario, recibiendo á los viajeros con calurosas ovaciones.
El tren llegó a Altea á las doce y cuarenta y cinco. En la estación, al entrar aquel en agujas, tocaron dos bandas de música. El pueblo entero, que había acudido al andén, aclamó a los invitados.
En el tinglado que se instaló previamente á la salida de la estación se sirvió un banquete, que fué presidido por el Subdirector de Obras públicas, Sr. Rendueles, sentándose á su derecha el Obispo y á su izquierda el Gobernador Civil.
Durante el acto, en el que tomaron parte doscientos comensales, se pronunciaron varios discursos.
En nombre del Consejo de Administración de la Compañía usó de la palabra D. Martín Rosales, quien hizo resaltar la importancia del nuevo ferrocarril, que pone en comunicación á Alicante con pueblos importantísimos.
En este sentido se expresó también el Presidente de la Diputación Provincial, dedicando un recuerdo al inolvidable Sr. Canalejas, que tanto se interesó por este proyecto.
El ferrocarril de Alicante á Altea, que efectivamente va á resolver un gran problema comercial y de comunicaciones, tiene 51 kilómetros de recorrido y atraviesa los pueblos de San Juan, Campello, Villajoyosa, Benidorm y Altea.
El trayecto es pintoresco, porque el tren recorre un gran trozo por la orilla del mar.”[1]





[1] Revista Ilustrada de Banca, Ferrocarriles, Industria y Seguros…, Madrid, 10-11-1914. 

sábado, 11 de octubre de 2014

El Diablo cojo (historia de un morisquillo); per Ignacio Gironés Guillem



EL DIABLO COJO

Ignacio Gironés Guillem

Artículo publicado en la revista Almaig, 2014





Voy a contaros la historia de un morisquillo que después de sobrevivir a la expulsión de su familia, padres, tíos y hermanos (2 menores) se vio implicado en un proceso inquisitorial por culpa de un "demonio cojo"...
Se trata del proceso inquisitorial, en 1620, contra el morisquillo Juan de Bolbait al que se le encuentra un papel, a modo de un amuleto, escrito en árabe, en el que aparece el término "uaquilisi alarag" (الاراج أواكويليسي), cuyo significado, en castellano es "el diablo cojo". Dicho papelito se lo entregó su madre el día de la separación.
Los hechos se producen a finales del mes de diciembre de 1619 y la primera fecha que conocemos del proceso data del 16 de enero de 1620. La transcripción del texto de dicho proceso esta sacada de la documentación anexa inserta en la tesis doctoral del doctor Francois Martínez[1].
A nuestro morisquillo, a la hora de designarle un nombre, para identificarle, nos encontramos con el dilema de que, a lo largo de la transcripción de su proceso, donde aparece mencionado ciento dos veces, se le denomina con varios nombres y apellidos[2], de sonidos y grafías aproximados, de entre los que hemos elegido el de Juan Bolbait, por ser de los más repetidos.
Su historia empieza a complicarse, a la edad de 22 años[3] - si no lo había estado ya antes, con ser morisco, hijo de expulsos y tratado como esclavo - a partir del hallazgo, fortuito, del papelito - como se define en el texto - que conservaba, con gran reserva, dentro de un zurrón[4] que le entregó su madre el día de la expulsión (según cuenta él mismo, fue separado de sus padres y dos hermanos menores) y que, en un descuido lo dejó junto a la cabecera de su cama en la casa de su amo, Luys Arcayna, que, para más desgracia, era familiar del Santo Oficio en la ciudad de Alcoy. En dicho zurrón fue descubierto, por causalidad, envuelto en otro papel en blanco, junto con unos granos de almizcle aromático. Era parte del ajuar que su madre le dejó junto con tres anillos y otros utensilios que dilapidó rápidamente, aunque esto lo reservó, sin un motivo que satisficiera a la inquisición y que provocó su recelo.
Cuando sucedieron los acontecimientos se encontraban en casa del dicho Luys otros personajes de la Inquisición[5] y esto pudo provocar que ni su mismo dueño pudiera disimular el hallazgo, sino que fue, inmediatamente entregado a estos altos señores que sospecharon lo peor dado que el albaranico - como llaman en varias ocasiones a este tipo de papelitos en el proceso - aparece escrito en árabe[6] y ellos no lo entienden, de modo que se preocupan, rápidamente de buscar un interprete que lo traduzca.
El uso de las jaculatorias y su transmisión en forma de pequeños papeles sigue siendo habitual en aquellas culturas que tenían esta tradición:



(Jaculatoria habitual entre los musulmanes) “Haznos morir como musulmanes, e ingrésanos en Tu paraíso”.

Y en este sentido nos podemos hacer una idea de como hubiera sido la que ahora estamos tratando:

(Simulación del texto del “boleto, albaranico o nómina diabólica”)

Mientras se está descubriendo el papel entre las pertenencias del morisquillo, ahora ya mayor, parece que las relaciones entre amo y criado se han deteriorado puesto que Juan anda fuera de la casa desde hace un par de meses, por haber sido expulsado, por la causa que en el texto argumenta diciendo: “por incomodar la casa influyendo sobre unas morisquillas que vivían en ella[7].
Sostenemos también nosotros la posibilidad de que Juan Bolbait hubiera ya llegado a la edad límite en la que pudiera ser manumitido, ya que resulta extraño que llevara tanto tiempo - dos meses - fuera de la casa. Tal vez este sea un caso de aquellos que las autoridades habían previsto cuando se trato el tema de la adopción de los niños moriscos: los tutores de los morisquillos podrían usar de sus servicios a cambio de la manutención hasta una determinada edad en la que alcanzarían la libertad.[8]
Durante este tiempo se refugia en los valles que le vieron nacer, pues, aunque es identificado como uno de los moriscos rebelados y sometidos de Laguar - a pesar de contar entonces con solo doce años - el había nacido en la Vall de Seta, en el pueblo de Balones[9]. Allí se ocupa de la tarea de guardar ovejas, junto con otros vecinos[10]. Un testigo lo confirma declarando que supe que había más de 2 meses que no estaba en dicha villa en la casa de su amo y que al presente estaba en la vall de Seta en aquella sierra en compañía de unos moriscos que guardan ganado”.
Por su parte, cuando el interprete, Jaime Prats, consigue descifrar el “papelito”, dice que su contenido es el siguiente: “aluasa, aluasa, çagell, çagell, masagin, masagin, tauage, tauage, uaquilisi alarag, será guardado y defendido en todo y por todo”, advirtiendo que todos estos nombres son de demonios y en particular el dicho nombre de uaquilisi alarag a quien invoca quiere decir diablo cojo. Su traducción podría interpretarse como: “guarda y defensa probada que pusiéndola encima del hombro o llevándola consigo y escribiendo estas cuatro palabras será guardado y defendido en todo con estos cuatro significados.
Descubierto, pues, el significado del papel se toma la resolución de que sea preso: “Que el sobredicho reo sea preso y traído a las cárceles secretas por la cual sea gravemente castigado y a otros sirva de ejemplo y escarmiento.
Con tal fin dicta el tribunal: Mandamos a vos Don Benito Sanguino, Alguazil deste Santo Oficio, vais a la villa de Alcoy y a otras cualesquier partes y lugares que fuere necesario, y prendáis el cuerpo de Joan Borbay, donde quiera que lo hallaredes, aunque sea en Iglesia, monasterio, o otro lugar sagrado, fuerte, o privilegiado: y ansi, preso, y a buen recado le trae a las cárceles deste Santo Oficio, y le entregad al Alcaide d'ellas y lo tenga preso en él, y no lo de suelto, ni en fiado, y le secrestad todos sus bienes muebles y raíces, donde quiera que los tuviere. Y si en el dicho secresto hubiere dineros, traptéis con ellos para el gasto y alimentos del susodicho Joan Borbay, morisco, 8 ducados: y si no los oviere, vended de los Bienes menos perjudiciales, hasta en la dicha cantidad, en almoneda pública, entregada a Nicolás Claver, despensero de los presos deste Santo Oficio, para que de allí lo alimente. Y ansi mesmo traeréis del dicho secreto una cama de ropa, en que el dicho Joan Borbait, morisco, duerma: y los vestidos y ropa blanca que aviare menester para su persona.
En realidad, para esta misión se encomendó a Vicente Alçamora, comisario del Santo Oficio, de la ciudad de Xàtiva, que dijo: “Luego que recibí una carta de Vicente Oñate de Castellón de Játiva y junto con ella venia un mandamiento del tribunal, y en dicha carta de Oñate me dice que este morisco que se había de prender si estaba en la villa de Alcoy.
Vicente Alçamora aprovecha la información que le proporciona un labrador, llamado Matías Aznar, “el cual aseguró que en una ocasión el dicho morisco estuvo en su casa mucho tiempo, guardándole ganado y le dijo que se hallaría en un lugar que se llama Tollos, ya que allí se retiraba el ganado por la noche, pero que habría dificultades en prenderle porque le había dicho el morisco que le había amenazado Arcayna, su amo, que le había de hacer prender por el Santo Oficio por un papel que le halló en lengua morisca y más dijo que si iban con trazas viniendo él en su compañía (de Vicente Alçamora) podría ser que aun se fiase del dicho Aznar. Y por ser conocido mucho de su casa dijo que de buena gana le acompañaría y así de allí a una hora partieron para dicha Vall y llegaron, a la que el sol se quería poner, a un lugar que se dice Benimasot, a un cuarto de legua de donde estaba el otro lugar, donde estos moros tenían el ganado, y antes de cerrar la noche le hallaron y así como los vio se retiró y “como es grande corredor y muy ligero no le alcalizara ningún hombre”.



Área de los valles de la Marina donde están situados Balones, Tollos y Benimassot

Aznar le gritó que se aguardase, que le quería hablar ciertas cosas que le había dicho su amo y, conociéndole le aguardó, y fui a donde estaban y prendile y le llevaron (Aznar y Alçamora) hasta el corral de ganado donde tenia allí dos hombres que llevaba este último en su compañía.
Cuenta Alçamora: “Y cuando estuvimos en dicho corral, el cual es muy alto de pared, dio un brinco y se soltó de Aznar y dio a huir pensando saltar la pared y no pudo, por ser alta y le volvimos a prender y allí mismo le hice poner unos grillos y aquella noche la pasamos en “centinela” hasta que quiso amanecer y me partí por aquella sierra hasta llegar a Planes y aquella misma noche que fue sábado y llegue con dicho preso a esta ciudad de Játiva y hoy Domingo entregado dicho preso a familiares desta ciudad para que le lleven conforme a la orden que hay, que luego pase con toda seguridad y brevedad la persona de Juan Borbart, morisco, a las cárceles del Santo Oficio, sin detenerse en Játiva.

Palacio de la Inquisición de Valencia en el plano de Vicente Tomás Tosca en 1703

Después de puestos en situación de como se están desarrollando los acontecimientos, entramos ya, de lleno, en el contenido del proceso, el cual se desarrolla a través de un protocolo en el que primero se toma declaración a los testigos. Luego se oye al reo y tras las conclusiones del fiscal se llega al veredicto.
Como testigos se convocaron al propio Luis Arcayna, al que, junto a “las demás personas, se les preguntara si saben o han oído decir que se haya hallado un papel de cuartilla de letras arábigas entre la ropa y declararán la persona que cometió dicho delito, y donde y cuando, y delante de qué persona.
Luys, como primer implicado, testificó que “entrando, en el mes de diciembre, en el aposento a donde dormía Joan Borbay, su criado, vio que debajo de la cabecera de la cama había un pedazo de cuero como de bolsa a donde halló media hoja de papel… y hallándose en dicha villa de Alcoy, en su casa, el secretario del santo Oficio, Jaime Antonio Calafat, y el comisario, mosén Juan Primas, les entregó dicho papel por no haber persona que supiese leer lo que el dicho papel contenía”.
Pero el asunto que se esta tratando aquí, ahora, parece que había tomado mayores dimensiones, precisamente, porque al Santo Tribunal había llegado la noticia de que habiendo muerto un morisco en la Marina, el cual guardaba ganado ... habían hallado, dentro del zurrón de dicho morisco, una “bolsica de cuero” dentro de la cual había un papel con letras arábigas…
Así lo confirma el segundo testigo, mosén Pedro Antonio Pellicer - presbítero de Alcoy de 28 años - que interrogado “dijo que lo que sabe y puede decir es que en estos días un criado suyo, pastor, le dijo que habían hallado un moro muerto en el Alfoz de Polop y que reconocieron la ropa y hallaron un papel escrito con letras arábigas el cual papel lo ha tenido en su poder” - papel que remite al santo tribunal.
Un tercer testigo, Vicente Sempere, añadió otro matiz a su causa que era el de moro recalcitrante, “ya que, desde el día que esta preso el esclavo de Luis Arcayna, le ha dicho Juan Luis Margarit, de la dicha villa, que este había reprendido a un morisco amenazándole diciendo: ¿“porqué y cómo te has convertido tan presto”?
Llamado, pues, el mencionado Juan Luis Margarit (4º testigo) fue interrogado “si sabe que el dicho morisco haya persuadido o dicho a algunas personas cosas contra la fe y dijo que Miguel, esclavo suyo morisco, le dijo, cuando estaba en su casa, que el dicho Juan era moro y que le había reñido porque bebía vino y se trataba mal con el porque se había convertido tan presto.
Finalmente fue llamado a declarar el ya citado labrador, Mathias Aznar, quien relató como acompañó a Vicente Alçamora “y se halló presente cuando captara la persona de Juan Borbay y el dicho Juan Borbay le dijo que presumía que le capturaban por razón que Luis Arcayna, su amo, hallo en su ropa un papel escrito en letras arábigas”.
Oídos los testimonios de todos fue convocado el acusado para que diera su versión y este, por su parte, se identificó y declaró de la siguiente manera:
“Joan Borbay, labrador y peraile, vecino de la Vall de Seta , de 23 años, soltero y ha venido preso a este Santo Oficie, habrá 12 días, remitido del lugar de Benimasot de dicha Vall”.
Dio su genealogía como sigue:
Padres, Luis Borbayt, labrador, vecino de Benimassot y Ángela Jaylut, vecina de Beniayco que se embarcó en la expulsión de moriscos y no sabe si son muertos o vivos.
Tío, hermano paterno, Jerónimo Bolbayt, labrador que se embarcó cuando la dicha expulsión y no sabe dónde está.
Hermanos: Ángela, mujer de Jerónimo Pasalet, vecino de Guadalest; Pedro, soltero, menor, que se fue con sus padres y Jerónimo, de cuatro años, que también se fue con sus padres.
Nunca ha sido casado ni ha tenido hijo ninguno.
Preguntado si es cristiano bautizado: “dijo que no sabe ni está cierto de que sea cristiano bautizado y que para ello ha acudido a este Santo Oficio por tres diversas veces. Que la una de ellas habrá dos años, que fue la postrera y puso por intercesor a mosén Sisternes, vecino de Alcoy. Oye misa en los días de Domingo y fiestas que manda la Iglesia y la última vez que la oyó fue en la Iglesia de Benimasot, el domingo anterior inmediato al día que allí le prendieron”.

Iglesia de Benimassot

Preguntado si sabe leer y escribir y si ha estudiado alguna facultad y si ha tenido algunos libros o papeles prohibidos, dijo que no sabe leer ni escribir ni lo ha aprendido ni estudiado facultad alguna jamás y que cuando había tenido papeles o cosas prohibidas no sabe más ni tiene qué responder de que la dicha su madre al tiempo de la expulsión le dio, por despedida, en una bolsa de raso colorada (en otra ocasión se describe como un zurrón negro con una piel adobada), tres sortijas y un poco de almizcle y un papel pequeño escrito y que como no sabe leer ni escribir nunca supo lo que contenía ni si sería cosa de moro o de cristianos (que como éste no sabe leer ni escribir ni sabía si era aljamía o algarabía) lo que contenía y que tampoco puso jamás diligencia en preguntarlo a nadie.
Preguntado por el discurso de su vida dijo que nació y se crió en Beniamet, en casa de sus padres (no en Balones, como se afirmó antes), sin salir de ella durante todo este tiempo hasta el tiempo que fueron expulsados “y que, después de haber sido prendido (en Laguar), ha estado sirviendo a amos en diversos lugares de este reino, aunque la mayor parte del tiempo ha servido al dicho Luys Arcayna. Antes ha estado, como año y medio, sirviendo a don Vicente Sisternes, del hábito de Montesa, haciéndole sus labores del campo en Villamarchant y en Mislata.
Fuele dicho que se le hace saber que en este Santo Oficio no se acostumbra prender persona alguna sin bastante información”.
Y postrándose de rodillas pidió muchas veces misericordia y amonestado fue mandado volver a su cárcel secreta”.
Después de “oídas las partes”, el ministerio fiscal acusó criminalmente a Joan Babay por los siguientes delitos:
Que el dicho reo llevaba consigo cierto papel arábigo, como “nómina diabólica”, el cual lo tiene por cosa grandiosa y con manifiesto indicio de dar crédito a ello. Especialmente le acusó de que llevaba consigo ese cierto papel arábigo como nómina por guarda y defensa contra todos los males que le podían suceder y lo que en él se contiene son nombres de diablos y particularmente “el diablo cojo” que su secta lo tiene por cosa grandiosa, a pesar de haber sido bautizado y dar apariencia de cristiano”.
Le acusa de haber guardado, de todo cuanto su madre morisca le dio, únicamente, la cédula y el resto lo había gastado, dando a entender su valor y significado para él, ya que no quiso desprenderse de el mismo como lo había hecho con lo demás.
Le acusa de pedir misericordia porque esto es indicio de tener su conciencia mal”.
Le acusa, además, de que, siendo bautizado, lo niega; de no haber tratado de confirmarse; de no saber la doctrina cristiana; de haberse perjurado ocultando la verdad; de haber cometido otras muchas cosas, sin especificar, el fiscal, a que se refiere.
Añade que el reo procuró, cuando le prendieron, huir “sabiendo este Santo tribunal cuan misericordioso es y procuró huirse y lo puso en ejecución, lo cual era manifiesta señal de que se conocía delincuente.
El fiscal exige sea visto y reconocido si esta retajado, lo cual negó Juan de Bolbait.
En conclusión, como resultado de lo esclarecido, “pide y suplica sea gravemente castigado, sea puesto a cuestión de tormento y a otros sirva de ejemplo y escarmiento”.
Terminada esta acusación formal, al morisco todavía se le concedió un derecho a réplica, para que defendiera su causa, lo cual hizo diciendo:
Que tendría nueve años cuando le comenzaron a enseñar dichas cosas, las cuales las hizo hasta que tendría 12 años que fue la expulsión de los moros. Que le enseñaban y lo practicaban en compañía de otros vecinos, en particular, Alacarach, vecino de Beniamet, el cual pasó a Berbería. Que sus dichos padres y este Alacarach hacían dichas ceremonias a escondidas.
Se le había acusado de ya haber tenido tratos con la Inquisición, a lo que él argumentó que su presentación ante el Santo Tribunal se debió a “que estando en Alcoy, habrá tres años, vino allí un fraile franciscano que venia de Jerusalén y andaba por el mundo predicando, con quien quiso confesar y que no le pudo confesar si primero no venia a este Santo Oficio y que entonces este pidió licencia a su amo para venir aquí”. Y este es el pleito que el reconoce que mantuvo con el santo oficio: “me vine a deferir espontáneamente a este Santo Oficio en año 1616[11]. Es decir que el misionero confesor, que convenció a Juan para que volviera al redil de la santa madre Iglesia le había puesto como condición previa para ser absuelto de sus pecados, que diera parte a la Inquisición de su situación, pero que los tramites se alargaron, no por su voluntad.
Argumentó que “no sabia si era bautizado por no haber rector en el lugar donde este nació, el cual acudía únicamente los domingos, y que la causa de no saber bien las oraciones era por haberse criado en el campo.
Se defendió diciendo “que se huyó por razón de que como iba con el alguacil de Játiva un hombre que se llama Burgos, que suele andar con el Justicia Real, el cual le quitó a éste un puñal que tiene pena de galeras traerle, se procuró de ir más por el miedo de la pena de las galeras que no a este Santo Oficio”.
Que en realidad guardaba el dicho papel porque había unos granos de almizcle”.
Respecto a la acusación de que afeó a otro morisco por haberse hecho cristiano, se defendió explicando que “suponía que se trataba de Miguel, ya que no había tenido otra riña más que con el dicho Miguel, y que era mentira que le riñera por esto, ya que fue con el dicho Miguel, morisco, criado de Pere Miguel Capdevila de Concentayna, con el que había reñido y le dio de palos por palabras que tuvieron porque el dicho Miguel se le quedó con cinco pares de “esparteñas” y dos agujas, con sus formas, por lo cual éste entiende le habrá levantado este testimonio de acusación.
Sostuvo que si desde un principio mantuvo silencio había sido por no haberse acordado “por la turbación que tenia del miedo que la hacían, diciendo que le habían de quemar.
Finalmente el proceso se cerró con el dictado de la sentencia, de la manera siguiente:
Que este reo salga al auto de la fe si le hubiere de próximo donde no a una Iglesia donde le sea leída su sentencia y sea reconciliado en forma y condenado a hábito y cárcel perpetua y así lo votaron y firmaron”.
Y por haber sido hereje apóstata e incurrido en sentencia de excomunión mayor, admitieron a Reconciliación y mandaron que en pena y penitencia de lo por él hecho y cometido salga al Auto Público en forma de penitente, en cuerpo descalzo, sin cinto ni bonete, con hábito penitencial de reconciliado, vela de cera verde en las manos y coraza de reconciliado, donde le sea leído esta sentencia. Le condenaron a habito y cárcel perpetua para ser instruido y haya de llevar y lleve el dicho habito encima de todas sus vestiduras, guardando la dicha carceleria en la cárcel perpetua de esta ciudad y que no pueda traer sobre si, oro, plata, perlas, piedras preciosas, seda, chamelote, paño fino ni andar en caballo”.
Dicha sentencia la firmaron en el Auto Público de la fe que este Santo Oficio celebró domingo cuatro de julio del año 1621, en la plaza de la Seo de la ciudad de Valencia, con la asistencia extraordinaria del virrey.

Figuración de un auto de Fe (Osolotepec 1716).

Pero finalmente todo el proceso terminó de una manera inesperada y poco clara documentalmente.
De pronto, un poco por sorpresa, aparece en la documentación una copia de una carta de los señores del consejo de Su Majestad de la Santa General Inquisición a la Inquisición de Valencia sobre el negocio de Joan Borbayt, morisco, recebida el 28 de mayo que dice: “visto lo que decís en carta de 5 de este, juntamente con la petición presentada en ese Tribunal por Pedro Jaime, familiar de ese Santo Oficio, en que dice que dará 600 reales, entregándole la persona de Juan Bolbay, preso en las cárceles de la penitencia, por los gastos que hizo en el tiempo que estuvo preso, con que se le quite el hábito y alce la carcelería, ha parecido conmutéis, sus señorías, al dicho Juan Bolbay la penitencia que le fue impuesta de hábito y cárcel perpetua en las penitencias espirituales de ayunos oraciones y romerías” que os parecieren y hecha la dicha conmutación le entregaréis libremente al dicho Pedro Jaime con que pague los dichos 600 reales”.
A este Pedro Jaime, notario, al cual fue mandado que dé y entregue 600 reales castellanos a Melchor de Mendoza y Viera, receptor de este Santo Oficio “y en cumplimiento y ejecución de la dicha carta mandaron se le quitase el habito penitencial que traía” sobre sus vestiduras y le fue mandado que el día de la Ascensión del Señor confiese y comulgue y que todos los viernes de un año entero ayune y rece un rosario cada viernes todo lo cual se le advierte haga y cumpla con mucha puntualidad por el descargo de su conciencia y le fue entregado al dicho Pedro Jaime, notario familiar del Santo Oficio”.
Evidentemente la nueva dirección que toma la resolución del caso aparece sin mayor aclaración y de manera taxativa.
Aunque de esta manera tan sorprendente y escueta podemos dar por cerrado el proceso del morisquillo Juan Bolbait, no quisiera terminar sin añadir un par de cuestiones que el mismo artículo ha sugerido, como es el caso de los morisquillos esclavos y también de lo que hemos indagado sobre los demonios en aquella época.

El esclavo Juan Bolbait

Indirectamente surge aquí otro aspecto de la historia y vida de Juan Bolbait que es la consideración que algunos de los morisquillos obtuvieron dentro de los diferentes criterios de acogida que predicaba el patriarca San Juan de Ribera y de los propósitos publicados por el bando del rey Felipe III: Quedar como niño acogido o como esclavo. Este es un matiz que ha supuesto un obstáculo para poder censar con absoluta claridad la procedencia de muchos de ellos. Así, si bien sabemos que los esclavos tuvieron una consideración especial y diferente al resto de los moriscos expulsos, por ser aquellos propiedad particular de un cristiano viejo y, por tanto podrían haber permanecido en la península a pesar de la mayoría de edad, el hecho de considerar a algunos de los morisquillos como esclavos, a pesar de que Juan Bolbait tenia doce años cuando la expulsión, genera confusión a la hora de poder determinar cuantos morisquillos están ocultos en las listas de esclavos.
En este caso, dado que el condenado pasaba ahora a formar parte de los penados por la Inquisición, “se de noticia al receptor del Santo Oficio para que a su tiempo haga las diligencias que convengan en favor del fisco para que se notifique a Luis Arcayna envíe el titulo original de la compra deste esclavo.
Luis Arcayna dice que, “presumiendo que “Juan Burbaex”, morisco de los rebelados y expulsos de este reino y de los que se dieron por esclavos en el Aguar [Laguar] estaría preso en las cárceles de este Santo Oficio y por ser aquél esclavo, con titulo que despachó Don Luys Carrillo de Toledo, renunció en favor de sus Señorías al derecho que tenia en la persona del dicho Juan Burbaex.
Luys Arcayna dice que “compró por esclavo suyo a Juan “Blubaer”, morisco de los rebelados “y de los que se dieron, por ser aquel mi esclavo con titulo que le despacho don Luis Carrillo de Toledo”, y entregó originalmente el titulo que dijo en su petición que tenia de la compra del dicho esclavo, apercibiéndole que sino lo hacia se enviará persona a su casa que cobrara de los alimentos y gastos del dicho Juan Borbaer”.
Luys Arcayna confesó que lo había comprado como esclavo por orden del marqués de Caracena, aunque nosotros en la lista de los morisquillos lo tenemos incluido como uno más de los que se “manifestaron”[12].
Incluso, en el requerimiento que le hace personalmente mosén Ginés Pascual, clérigo presbítero y vicario temporal de la parroquia de la villa de Alcoy le dijo y notificó que identificara la propiedad de dicho esclavo, a lo que Luis .Arcayna dijo que lo compró por esclavo suyo.
El dicho Luis Arcayna dijo que “luego que fue preso el dicho Joan Bolbait, juntamente con la petición arriba en la carta contenida, entregó el titulo que tenia del dicho esclavo al Santo Oficio y que como le entregó no lo tiene en su poder”.
Así, con estos detalles se reconoce la calificación de esclavo, no apareciendo como niño entregado. Sin embargo, el hecho de que a sus veintitrés años anduviera suelto y fuera de la casa de su amo, podría entenderse como que ya había sido emancipado como proveyó el Patriarca San Juan de Ribera: que se tuviere a los menores hasta la edad de veintitrés años y que sirvieran en las casas pasa sufragar su alimentación y crianza.
Respecto a este matiz sobre si los niños moriscos fueron considerados y tratados como esclavos o no, la voluntad del rey Felipe III y la del Patriarca Ribera fue que fueran acogidos por los cristianos viejos como siervos en sus casas hasta que alcanzaran una mayoría de edad que les supusiera la emancipación. Pero el trasfondo del documento, como otras muchas referencias documentales, da a entender que la gran mayoría de la población cristiano-vieja los asimiló como esclavos, ya que este había sido el destino de los moriscos y otros africanos encontrados en los mercados.
Esta parte del documento termina siendo muy reveladora toda vez que en ningún momento pone en duda la calidad de esclavo de Juan Bolbait, a pesar de la mucha documentación que se conserva sobre la prohibición y conveniencia de no considerar a las mujeres y los niños como esclavos. Incluso la misma autoridad que se cita como emisora del documento de esclavitud: El marqués de Caracena, es uno de los que publica bandos contra esta posibilidad de esclavizarlos - en decreto el 29 de agosto del mismo año[13]. Sin embargo, el caso, por ejemplo, del párroco de Novelda que apuntaba lo siguiente en el libro de defunciones de su iglesia: “En 28 de diciembre de 1611 fue sepultado un morisquillo de edad de 5 años que era esclavillo de Celsa[14], lo que confirma que el uso era el de llamarles esclavos.

Sobre los demonios, causa del proceso

Era evidente que el “contenido del papelito” no podía dejarnos indiferentes y, antes de cerrar este artículo, quiero dedicar alguna consideración al motivo de tan encarnizado juicio (o prejuicio) que motivó la intervención de la Santa Inquisición de Valencia.
Para situarnos un poco dentro del guión de este caso hemos de imaginar la importancia que en aquella sociedad podría llegar a alcanzar el trato con el diablo.
Sencillamente en la misma Wikipedia se puede leer: El personaje era ya popular en la cultura castellana del siglo XVII y estaba fijado en refranes, dichos y canciones. Desde 1602 y hasta 1608 aparecen frecuentes invocaciones al Diablo Cojuelo. Fue el predilecto de las hechiceras castellanas de la primera mitad del siglo XVI, sin que su fama decayese hasta bien entrado el siglo XVII. Son varios los conjuros recogidos que invocan al Diablo Cojuelo. Su popularidad llegó hasta la Corte real de Madrid del siglo XVII, donde estaba considerado un buen mensajero de amor[15].
Son muchos los diablos que he podido encontrar. El que más se aproxima a la descripción de “el diablo cojo” que se menciona en el texto es el que recibe el nombre de Asmodeo. Su imagen se puede observar a la entrada de la iglesia de Rennes-le-Château (Francia). Según la Tradición, es el que guarda los tesoros del rey Salomón[16].


Rennes-le-Château

Asmodeo es el demonio de los pecados carnales, el ser que se encarga de llevar a los hombres a las turbias aguas de la lascivia. Él disfruta incitando la infidelidad y destruyendo noviazgos y matrimonios. Como pocos, Asmodeo es un demonio que aparece en la Biblia como un ser bien diferenciado de Satanás.
¿Pero de que demonios estamos tratando? ¿Los demonios cristianos o musulmanes? ¿A quién tenían miedo los inquisidores?
Asmodeus (Asmodai, Sydonai, Chammadai, Asmodeo, o Asmodaeus) es un demonio, conocido comúnmente por aparecer en el Libro de Tobit o Libro de Tobías, que no forma parte del Antiguo Testamento protestante ni del judío, pero sí del canon católico. También es mencionado en el Talmud y en los tratados de demonología. Su origen se halla en la religión mazdeísta (Zoroastrismo) de los persas. Probablemente, llega al judaísmo durante el tiempo en el que este pueblo se halló bajo la dominación persa (s. VI a. C.), y más tarde, pasaría al cristianismo, pero era en la era antigua aparentemente en el siglo II A. C.
Pero además, sobre los demonios cojos se podría desarrollar un tratado completo. El mismo Camilo José Cela identificaba de forma estrecha brujería y cojera (Volaverunt, de los Caprichos de Francisco de Goya).
Otro demonio cojo aparece en el Fausto de Goethe que muestra alusiones continuas a la cojera o a las deformaciones características de los pies del infernal Mefistófeles.
Es bien sabido que el personaje del diablo cojo es una pieza muy conocida del repertorio cultural de uso más común en su época, en la que circulaban todo tipo de historias y de creencias sobre un diablo amistoso y servicial para con los seres humanos con los que entablaba pacto o amistad, mucho más familiar y mucho menos inquietante que el tenebroso demonio anatemizado en los libros de devoción y en las naves de las iglesias. Existen algunas teorías antropológicas muy interesantes sobre la presencia tópica de diablos cojos en las tradiciones culturales de Europa, sobre todo, y también del resto del mundo[17].
Claro que a la hora de buscar diablos de nación o cultura propia, no queda nada seguro si los maléficos eran los de uso de la cultura islámica o si eran los conocidos por la inquisición, y, por lo tanto mas occidentales y cristianos que coránicos.
Así aparecen:
Caacrinolaas, llamado también Bassino ar Glasya, que enseña artes e inspira homicidios. Presagia el futuro.
Berith o Berito, Beal y Bolfri, duque de los infiernos. Responde sobre el pasado, presente y futuro. Demonio de los alquimistas (Cambia metales en Oro). Aclara la voz a los actores.



Amducias. Duque. Se oyen sonidos de trompetas sin verlos.
Adramelch. Canciller. En Asiria
Pruflas o Busas. Principe. En Constantinopla. Promueve discordias y enciende guerras. Responde a las preguntas.
Tap, Gaab. Se muestra al mediodía. Apreciado por los matemáticos. Excita el amor y el odio. Transporta a los hombres.
Macho Cabrio o gran cabrón. Dios egipcio Pan que causa la lujuria. Entre los griegos, Baco. Habita en los bosques, para los judíos.
Bolac. Presidente. Conoce la morada de los planetas.
Yan-gant-y-tan. Demonio que en la noche lleva una candela en cada dedo. Vuela como un rayo. De Finisterre.[18]



Detalle del retablo de Bernat Serra (1429), en la Pobla de Ballestar

Por otra parte, también está Malik que es el equivalente de Azazel y de Achmedai que es el demonio de la unión conyugal. Azazel combina los nombres de dos ángeles caídos: Uza y Azael. Azazel podría ser el equivalente del diablo. Mahoma menciona a Malik como guardián de los infiernos. Los tres Malik, Azazel y Achmedai representan la triple imagen del demonio.[19]
Como se aprecia, la lista seria interminable y su iconografía, sobre todo medieval, de un expresionismo admirable.
Fuera cual fuera el verdadero significado del temido “amuleto”, bastante quebradero le cabeza le supuso a nuestro héroe local Juan Bolbait.






[1] MARTINEZ, François (1997): La permanence morisque en Espagne après 1609 (discours et réalités). Annexes. Université Paul-Valéry — Montpellier III. Arts et Lettres, Langues et Sciences humaines et sociales. El documento esta referenciado en: Inq. leg. 549 n° 13 Lib. 939 f° 388 v. Los párrafos en cursiva corresponden a reproducciones literales del texto.

[2] Nombres de Juan (63) o Joan (34), y doce versiones del apellido Bolbait (11), Bolbay (10), Borbay (64), Babai, Borball, Babay (2), Borbait, Borbayt (6), Bolbayt (2). Incluso, cuando los apellidos parecen aproximarse, se le identifica como Burbaex (2), Burbaer o Borbaer, desarmando, totalmente, cualquier suposición fonética.

[3] MARTINEZ, François. Obra citada: “que dijo ser de 22 años de edad”.

[4] MARTINEZ, François. Obra citada: “Blusón negro y dentro del zurrón unos calzones para su uso” (38-45).

[5] MARTINEZ, François. Obra citada:Jaime Antonio Calafat secretario deste Santo Oficio de edad de 53 años para descargo de su conciencia el domingo pasado, 5 de enero estando este testigo en la villa de Alcoy en compañía del Licenciado Juan Prima clérigo presbítero deste Santo Oficio estando hablando sobre la mesa en casa de Luis Arcayna, familiar deste Santo Oficio vinieren a tratar de un morisco que el dicho Luis Arcayna tenia en su casa de la vall de Guadalest que lo había echado de su casa porque le inquietaba la casa (a unas moriscas que tenia en casa) y que reconociendo la ropa del dicho hallé, en ella un papel escrito en arábigo y que estaba muy envuelto en un paño y con olor y que sospechándose no fuese cosa de moros que lo trujese a este Santo Oficio.

[6] MARTINEZ, François. Obra citada: “Por traer una nómina diabólica en arábigo”.

[7] Este hecho es muy significativo ya que las autoridades habían intentado prohibir la presencia de más de un morisquillo en cada casa, ordenando precisamente “que ningún cristiano viejo pudiera tener más de un niño a su cuidado para evitar todo tipo de solidaridad o nostalgia cultural”.

[8] BORONAT, Pascual (1901): Los moriscos españoles y su expulsión. Vol. II, Ap. doc. pp. 523. El Patriarca especificaba la situación en que debían de quedar los muchachos y muchachas que no salieran: bajo la tutela de “...christianos viejos, officiales, o ciudadanos, con obligación de servirles hasta XXV o XXX años por sólo el comer y vestir”. Fray Luis de Aliaga era más explícito en cuanto hacía referencia a la cuestión de la tutela de los niños: los de once años abajo debían de quedar hasta que cumpliesen los veinticinco sirviendo a los cristianos viejos a cambio del sustento.

[9] MARTINEZ, François. Obra citada: “hijo, de Luis Borball y de Ángela Chellu vecinos de Balones [Vall de Seta] cristiano nuevo.

[10] MARTINEZ, François. Obra citada: “el dicho Juan está hoy en la vall de Guadalest guardando ovejas”.

[11] No había venido antes porque su amo era mercader y por andar ocupado en las ferias”.

[12] GIRONÉS GUILLEM, Ignacio. www.morisquillos.com. Juan Bolbait, morisquillo número 2912, presentado por Luis Arcayna en Alcoy, según la lista de François Martinez e Ignacio Gironés.

[13] BORONAT, Pascual. Op. cit. Vol. II. Ap. doc, p. 561. “los soldados assi de los tercios como de la milicia tenian por esclavos a los que avian tomado”… Alarmaban ya estas acciones a las autoridades, entre otras razones: «...porque a bueltas de los que se havian cogido en la montaña usaban del mismo rigor con los que no han sido revelados”. Pascual BORONAT. Vol. II. Ap. doc, pp. 573-574. “La confusión, pues, se había hecho evidente y fue entonces cuando el Virrey decidió poner remedio a las irregularidades ordenando suspender la compra y venta de esclavos moriscos. Pero el consejo del monarca tardaría todavía en llevarse a cabo. El Marqués de Caracena, mediante un nuevo bando de 10 de febrero de 1610, hubo de prohibir tácitamente todo intento de esclavizar a las mujeres y niños. El Patriarca ahora, en 24 de marzo de 1610, según trasluce una consulta del Consejo de Estado volvía a considerar la necesidad de que los niños de 12 años abajo quedasen como esclavos, aduciendo para ello que esta condición redundaría en su propio bien en tanto y cuanto los cristianos viejos cuidaran de ellos como de «hazienda suya perpetua». La Junta de Teólogos, en 25 de abril “que no debían quedar ni como esclavos”. “y que no pudieran ser considerados como esclavos bajo ningún concepto.” es posible que durante los años 1612 y 1613, incluso algunos años después, siguieran realizándose registros por parte de las autoridades valencianas con el fin de vigilar el cumplimiento del decreto”.

[14] MARTINEZ GOMIS, Mario (1981): “El control de los niños moriscos en Alicante tras el decreto de expulsión de 1609”, Revista de Historia Moderna, N. 1, pp. 275-276. Universidad de Alicante.

[15] http://es.wikipedia.org/wiki/Diablo_Cojuelo

[16] SÈDE, Gerard de. Leído en uno de los dos libros de Gerard de Sède: El Tesoro de Rennes-le-Château.

[17] PEDROSA BARTOLOMÉ, José Manuel (2004): “Versiones literarias del mito de “El diablo cojo” (Shakespeare, Goethe, Tolstoi, Kipling, Rego, Valle-Inclán, Cela, Galeano)”, en La literatura en la literatura, actas del XIV simposio de la sociedad española de literatura general y comparada, pp. 521 y 522.



[19] SINOUÉ, Gilbert (1996): Del libro de Zafiro.